domingo, 26 de febrero de 2012

La Cámara Rota con Rashid Yassin!!

Otra de Diversidad Sexual…


Un día en cierta clase una profesora me preguntó si por ley las sociedades cambiaban a lo que respondí, sin meditar, que no, que se mantenían estáticas hasta el colapso, sin embargo, no me puse a pensar en todos aquellos movimientos que se hicieron para poder cambiar las mentalidades de algunos sectores sociales, desde los más pequeños, pero significativos, como el caso los suaves hippies o los anárquicos punks, hasta los más sangrientos y enormes como la revolución rusa o el nazismo alemán que derivó en el exterminio de 6 millones de judíos… Ahora, la comunidad LGBT está en su propia lucha, tratando de empezar a abrir la mentalidad de la sociedad, para lograr la tolerancia, aceptación y respeto, justo como en la película “But, I’m a Cheerleader”.


El argumento de esta comedia dramática se centra en la vida de Megan, una chica de 17 años que vive en los suburbios de Estados Unidos; es una buena estudiante, cristiana devota, tiene un novio encantador; no le entusiasma besar y es cheerleadear (animadora/porrista), pero todos tienen la sospecha de que la joven adolecente disfruta en demasía la compañía de sus compañeras de animación, por lo que su familia y amigos deciden intervenir y la envían a una institución llamada “True directions”, donde ofrecen terapia heterosexual. Sin embargo, a pesar de entrar en conflicto con ella misma por sus creencias, acepta su lesbianismo, al grado de declarar públicamente, con todo y su traje de animadora y en plena graduación del instituto, su amor por una chica llamada Graham, con quien se fuga sin importar el qué dirán sus familiares y amigos…


Aunque la cinta no es considerada una obra maestra, ni destaca en fotografía e iluminación, el atrezzo (conjunto de instrumentos, herramientas y todo tipo de objetos que se usan en decoración) es muy llamativo; la narrativa considero que es netamente tonal para identificar los roles de los personales, sin grandes montajes, pero con un guión bien logrado a pesar de una estructura lineal a cargo de Brian Wayne Peterson.

La dirección estuvo en manos de Jamie Babbit, de hecho, es su primer largometraje. En el reparto destacan Natasha Lyonne, como la correcta rubia; Clea DuVall, en el rol de la madura Graham; Cathy Moriarty interpretando a la controladora Mary; y Rupal, como el reprimido jardinero Mike…

Pese a que la diversidad cultural es una utopía que no se realiza por la tendencia controladora de los grupos dominantes, mientras no aprendan a abrir la mente y dejar sentirse únicos en el mundo, la integración social será un sueño.

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