El Rock desde la Teoría…
Las teorías desarrolladas en Filosofía, Historia, Antropología y Sociología, han ayudado en gran medida a la comprensión y explicación de actos humanos y procesos sociales, con el fin de proporcionar un soporte al resultado obtenido de la investigación documental y de campo, logrando así dar forma y sentido al margen de datos y referencias que el investigador busca establecer.
Por ello, es necesario, para quienes se dedican al estudio de música del siglo XX como el Rock y sus matices desarrollados en una amplia variedad de subgéneros, determinar los enfoques teóricos y herramientas del pensamiento, para hacer factible el camino hacia el juicio crítico.
Más allá de datos anecdóticos, biográficos y discográficos de las bandas, las letras, la imagen y la música suministran datos que escapan del espectador, desatendiendo así lo que los autores de sus obras pretenden comunicar y desembocando en confusiones.
Es notable que algunos registros filmográficos del siglo XXI, han comenzado la ardua tarea de insertar en sus argumentos, un marco teórico y contexto de las bandas.
Uno de ellos es el film que Grant Gee realizó acerca del grupo inglés Joy Division, el cual abre con una cita del libro de Marshal Berman titulado Todo lo sólido se desvanece en el aire: la experiencia de la modernidad tomada de la primer página y ajustada a la contextualización y explicación de la obra de Joy Division, pues se le dio un tratamiento desde la Teoría de la Modernidad.
Dicha teoría, surgió durante la Ilustración, por un puñado de intelectuales que configuraron un sistema filosófico con el fin de educar a la humanidad a través de la razón, y que fue capaz de estallar en revoluciones y en nuevas formas de pensamiento.
De ahí que, como explica Daniel Bell en Las contradicciones culturales del capitalismo: “En verdad, la sociedad ha hecho más que aceptar pasivamente las innovaciones: ha proporcionado un mercado que engulle ávidamente lo nuevo, porque lo cree superior en valor a todas las viejas formas.” (Alianza Editorial, p.45).
No sin sus consecuencias desplegadas durante la Revolución Industrial, que crearon deleznables condiciones de vida cuyas secuelas se vivieron en algunas ciudades y poblados de la isla británica en gran parte del siglo XX. Tales experiencias modernas, se reflejan en canciones de grupos como The Who, The Beatles, Bauhaus, The Cure, The Mission, Pink Floyd, The Zombies y The Yardbirds, entre muchos otros y prominentes ejemplos son “Dark Entries” de Bauhaus y también “In Between Days” de The Cure.
Reacción y rechazo a la Modernidad, es la Postmodernidad, la cual se inclina por el estudio de los suburbios bajos, lo popular, hábitos de consumo, centros comerciales, fantasía, apariencias, expresiones callejeras, ficción y lo kitch. Es un mundo en el que el pueblo tiene la oportunidad de decidir cuáles son los nuevos valores culturales, donde el individuo no aspira a una sola representación porque la coherencia le resulta represiva, dando paso al triunfo de lo Ecléctico.
La Postmodernidad abandona toda continuidad histórica y produce dificultad para concatenar el pasado con el presente. El espectáculo urbano de los 60 en USA, se trata de fenómenos ideológicos masivos de oposición, en favor de los derechos civiles, con peleas callejeras, protestas contra la guerra y conciertos de Rock. (David Harvey, La Condición de la Postmodernidad, cap. IV).
Bandas como The Smashing Pumpkins, Deep Purple, Radiohead, Oasis, Blur, Red Hot Chili Peppers, Bon Jovi, U2, Sex Pistols, Janis Jopplin, The Ramones, Audioslave y Pearl Jam, por mencionar algunas, se encuentran dentro de ese marco Postmoderno, cuya máxima expresión es la rola “Bitter Sweet Symphony” de The Verve y también un gran himno representativo resulta “Stay Faraway (so close)” de U2.
Entonces, estas dos teorías pueden aplicarse al análisis del Rock y hay bandas de larga trayectoria que pueden abarcar ambas. A su vez ayudan la Semiótica, Hermenéutica, Análisis del Discurso, Lingüística y Semántica; se puede lograr un trabajo de investigación científico social multidisciplinario, que no es exclusivo de los vencedores, ni de los oprimidos, ni de eventos grandes como las guerras, las canciones también forman parte de la Historia tal cual lo señaló el historiador romántico Jules Michelet.
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