domingo, 28 de noviembre de 2010

A Través del Espejo con Lucía Plascencia!!

Alergia = rechazo + paranoia...

Este post nació de una experiencia propia, hace tres semanas una persona muy cercana a mí (llamémosle Sr. X) comenzó a tener síntomas de gripe: dolor de cabeza, dolor muscular, debilidad, dolor de garganta y tos. No acudió al médico y decidió tomar un medicamento que acaba con la enfermedad en 5 días.

Resultado: la tos aún persiste luego de tres semanas. Tras largos ataques de tos y dolor abdominal, recurrió a los especialistas. El diagnóstico: alergia.

Una alergia es definida como una respuesta exagerada de nuestro organismo, cuando entra en contacto con determinadas sustancias provenientes del exterior que, si se inhala, ingiere o se toca, produce alguna reacción, desde comezón excesiva o irritación, hasta más serias.

Para conocer a qué es alérgico uno es necesario realizarse pruebas cutáneas que consisten en colocar en la superficie de la piel "extractos" de las sustancias que se sospechan son las causantes de los síntomas. Si usted es alérgico frente a la sustancia que se está probando, se producirá una reacción en la piel, en el sitio en donde se ha realizado la prueba. Prueba que evidentemente no ha llevado a cabo el Sr. X.

Mi conocimiento empírico me ha llevado a deducir que soy la sustancia alérgena que provoca la tos en el Sr. X. Aunque él continúe negándolo, la experiencia dice lo contrario. Refutaciones del Sr. X hacia mí, además de la tos: el clima, el frío, defensas bajas como respuesta a una mala alimentación. Intentando engañar a la realidad me di a la tarea de encontrar otra explicación a la alergia del ya mencionado Sr. X.

Las hojas de los árboles cayendo, el smog, el calentamiento global, los cambios de temperatura bruscos y el calor humano dentro del transporte público son el escenario perfecto para que cualquier persona capte todas aquellas partículas a las que su cuerpo puede ser alérgico.

Por ejemplo, el aire que respiramos puede contener pólenes de plantas, polvo de la casa, hongos, pelo de animales... o de la novia (esto es para usted Sr. X); los alimentos como el pescado, huevo, frutos secos,... medicamentos: penicilina, aspirina,... Picaduras de insectos, mordeduras de arañas (también para usted Sr. X); contacto con la piel de cosméticos (una vez más Sr. X), productos industriales… podríamos enumerar un largo etcétera.

En mi búsqueda por la Internet me topé con un artículo de Mario Enrique Sánchez referente a las diez alergias más raras del mundo que enlistó el sitio Internet Health.com, mi sexto sentido insiste en que probablemente ahí se encuentre mi respuesta. A continuación enlisto las relacionadas con la temática de este espacio.

Alergia a las hormonas. El rechazo más común se presenta ante los estrógenos y progesterona (sustancias presentes en algunos anticonceptivos) En caso de ser diagnosticada, se medica y controla con antihistamínicos.

Alergia al semen. Su síntoma más común es la aparición de ronchas, comezón e irritación, muchas veces se confunde con alguna Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS).

Alergia a los fluidos vaginales. Produce irritación en la pareja luego de la relación sexual. A las parejas que ven afectadas sus relaciones por este tipo de problema, se les recomienda usar preservativo para evitar el contacto de las mucosas.

Alergia al Látex. Material de algunos preservativos. La alternativa son los condones de poliuretano.
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