domingo, 24 de octubre de 2010

A Través del Espejo con Lucía Plascencia!!

¡Ay Dolor!...

Recientemente he sufrido dolores de cabeza bastante fuertes, en realidad tuve dos la semana pasada, parecía como si unos hooligans hubieran estado haciendo de la suya en la parte izquierda frontal de mi cabeza. Probablemente mi cuerpo se alineó para celebrar el Día Mundial Contra el Dolor que tuvo lugar el 18 de octubre.

De acuerdo con la International Association of the Study of Pain, el dolor se define como "una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada con un daño real o potencial del tejido”.

Según los expertos, nuestro cuerpo presenta dolor como una advertencia de que algo no anda bien. La Dra. Margarita Araujo, anestesióloga y presidenta electa de la Asociación Mexicana para el Estudio y Tratamiento del Dolor (AMETD), revela que en promedio, un paciente puede tardar entre 5 y 20 meses antes de que acuda al médico por un dolor recurrente.

El umbral del dolor se define como la intensidad del sufrimiento que podemos soportar. Estudios señalan que casi todo el mundo tiene, con algunos matices, el mismo umbral del dolor.

Se dice que los dolores experimentados durante el parto son los más fuertes que los seres humanos pueden experimentar, obviamente para llegar a ese estado tuvo que haber pasado algo completamente antagonista: relaciones sexuales.

En esa esfera plagada de pasión y deseo ¿quién pensaría que el dolor podría presentarse? Probablemente sadomasoquistas.

La dispareunia es el término médico para referirse a las relaciones sexuales dolorosas. Puede ocurrir durante la penetración, la erección o la eyaculación, o posterior al coito.

Algunas posibles causas son: endometriosis, hemorroides, tener una enfermedad de transmisión sexual, quistes ováricos, prostatitis, infecciones urinarias, irritación genital ocasionada por jabones, etcétera. Es importante acudir al médico si además de lo anterior se presentan síntomas como sangrado, lesiones en los genitales, secreción del pene o la vagina, entre otros.

Recordemos que el dolor es un recordatorio que nuestro cuerpo envía para saber que existe alguna complicación, por lo que debe tomarse en cuenta y no pasarlo por alto y así poder disfrutar mejor cualquier actividad en nuestra vida.

En definitiva, mi umbral del dolor es bajo, cosa rara ya que mi familia paterna insiste en que los Plascencia soportarían incluso la mordida de un león. Al parecer, soy la excepción a la regla.
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