domingo, 8 de enero de 2012

La Cámara Rota con Rashid Yassin!!

¡Yo no fui!... ¡Fue él!… ¿El dictador?...

Las acciones de los padres marcan los caminos de los hijos, forjan los buenos o malos valores, las actitudes y aptitudes ante la vida, y los dirigen por un camino que transforma el modo en que conciben al mundo, justo en ese momento, entran el juego las esferas de la sociedad, con una religión, una posición de clase,  un nivel de estudios, una ideología política, tal como en “La Culpa la Tiene Fidel”, el nombre de la cinta de esta ocasión.

El filme relata con lujo de detalle la historia de una pequeña, burguesa francesa, de nombre Anna de la Mesa, cuando se enfrenta a cambios drásticos en su vida motivados por los reajustes ideológicos de sus padres: su papá, un abogado español que renuncia a su empleo para apoyar la lucha de Salvador Allende, desde París, inspirado por la oposición de su familia al régimen de Franco; luego, su madre, escritora en la famosa revista parisina “Marie Claire”, que decide encontrar su extremo feminista al hacer una publicación de entrevistas de mujeres que deciden abortar voluntariamente.

Y los cambios en la vida de Anna no dejan de suceder: la venta de su lujosa casa para mudarse a un pequeño y céntrico apartamento, punto de reunión de revolucionarios chilenos; sus niñeras ahora se han convertido en mujeres extranjeras que han sido contratadas para ayudarle a subsistir en una tierra ajena, donde acudieron en busca de mejores oportunidades; la cambian de una escuela católica para niñas a una pública y mixta. Todo ello, hace que la pequeña se dé cuenta que el mundo no gira a su alrededor y que hay muchísimas personas, con sus propias historias, en el mundo.

En la fotografía, la cinta nos da muestra de los más suculentos, aunque no tan famosos, rincones de París, con una iluminación aceptable, del tipo de masas y natural. Con una trama totalmente lineal, el relato es expresivo en su calidad de métrico, es decir, deja espacio a la interpretación y tiene secuencias muy largas para esclarecer las conductas de los personajes; la musicalización contrasta entre sí, pues se mezcla entre el folklor francés de la época y canciones de protesta, en especial la guerra civil española “Ay Carmela”.

Quien se lleva las palmas como la pequeña y confundida Anna es Nina Kervel-Bey, una excelente interpretación enmarcada por los cambios de humor; Stefano Accorsi hace el papel del padre revolucionario que lucha por una causa y no por dinero, mientras que la feminista y algo despreocupada madre corre a cargo de Julie Depardieu. La dirección corre a cargo de Julie Gavras y el guión es una adaptación de la novela Tutta colpa di Fidel, de la escritora italiana Domitilla Calamai.

Los hijos son el reflejo de los padres, y así como lo vimos en la cinta Preciuos, hay muchas formas de dirigir a los hijos, es una decisión personal, pero nuestras acciones determinan su futuro y, por ende, del sistema social al que pertenecemos.
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