domingo, 23 de mayo de 2010

Zona Cero con Ángel Solís!!

Nostalgia, Reciclaje y Mercadotecnia…

Hoy en día es tan cotidiano oír música que por lo general no le prestamos la atención necesaria. Oímos, pero no escuchamos, es como si fuera un soundtrack de nuestra vida diaria.

En la radio se hallan diversos géneros musicales y artistas, aunque muchos de ellos efímeros, y un sinfín de comerciales a los cuales rara vez les prestamos atención. Asimismo, algo que últimamente se ha puesto en boga son los covers, es decir, las versiones alternativas de cantantes actuales de una antigua o reconocida canción. Para algunos jóvenes representan canciones novedosas e, incluso, quienes las adaptan se convierten en sus artistas favoritos. Lo incómodo es que de una misma canción se generan, casi al mismo tiempo, versiones de distintos géneros musicales.

¿Será que ahora los músicos no tienen propuestas? Aunque no lo sé, no todo es culpa de ellos, ya que a las disqueras les ha dado por reciclar al artista por medio de discos con leyendas como: “Grandes Éxitos”,” Las Mejores Canciones”, “CD + DVD”, y similares. Son compañías, que basadas en estrategias de mercado, no quieren arriesgar ni apostarle a los nuevos talentos y, por eso, recurren a la ya gastada fórmula de reciclar lo mismo hasta que se desgaste.

Otra táctica de la industria musical, por cierto, usada desde sus inicios, es la repetición constante de un tema en una estación de radio; cuando una canción es nueva y comienza a tener cierto éxito, es programada hasta el cansancio e, inclusive, algunos anunciantes y partidos políticos la utilizan para vender sus productos o ideas. De tal modo, si la composición era buena, termina por hartar al auditorio.

En fin, el fenómeno de los covers y la repetición podría deberse a lo que mucha gente explica, que somos una sociedad nostálgica, lo cual podría ser realidad, ya que no sólo la música sufre esto sino también el cine, los videojuegos y la moda; la llamada tendencia retro.

Ahora ya es muy difícil imaginar un futuro en donde los autos vuelen, la ropa sea de algún material raro o los peinados sean muy exóticos, pues lo más probable es que el futuro sea como unos eternos años 80, lo que no necesariamente sea positivo o negativo, lo único que espero es que esa nostalgia no se convierta en depresión, porque tendríamos que recurrir al nostálgico prozac.
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