¡De… testículos!
Dentro de la cinematografía existen divisiones, dentro de la clasificación por estilo o tono encontramos el género de acción. Las típicas películas donde hombres por demás musculosos (no necesariamente fuertes), deben salvar, proteger o recuperar ALGO (o alguien) importante.
Su argumento central es la lucha entre el bien y el mal, con pintaditas de violencia. Este tipo de filmes se caracterizan, además, por contar con elementos como autos de lujo, casinos, dinero, explosiones, armas de fuego y, en algunos casos, mujeres inexplicablemente hermosas.
Probablemente se estarán preguntando “¿Acaso estoy leyendo Desde la Butaca con Erari?” No queridos lectores. Retomé un poco de la magia del cine (sin ánimos de publicitar ninguna cadena de cines) para presentarles un tema que en el último mes ha tenido mi mente ocupada, elemento característico de las riñas presentadas en el séptimo arte: los golpes bajos, aunque considero que sujetar es la palabra más apropiada.
Los golpes bajos, típicos de cualquier película de acción, pueden ejecutarlos en la escena (y esto es por orden de los directores) hombre-hombre o mujer-hombre. Y aunque son elementos propios del género de acción, son, a veces, utilizados en las comedias románticas.
Las preguntas a responder (formuladas por una mujer, por supuesto) son las siguientes: ¿Es letal? ¿Qué efectos ocasiona? ¿Por qué duele tanto?
Los testículos son como cualquier otro órgano del cuerpo humano, son igual de sensibles, la creencia de su “debilidad” corresponde a su ubicación: fuera del cuerpo. Lo que ocasiona que estén más expuestos al contacto o golpes.
Los golpes directos -ya saben, esos que se dan con todo el afán de afectar a aquel que lo recibe- producen un dolor agudo que puede resultar en desmayo. Es importante señalar que tanto la percepción como la reacción al dolor dependerán de cada sujeto.
Existen manifestaciones fisiológicas y de comportamiento, la primera se refiere al dolor como la reacción de alarma del organismo al peligro perpetrado por cualquier elemento nocivo; mientras que las reacciones de comportamiento se refieren al estado físico, emocional y a la forma en que ha sido condicionado el sujeto para responder al dolor: éstas pueden ir desde brincar con los talones para “aminorar el dolor”, flexionarse o encorvarse, gritar, sobar e, incluso, manar de los ojos un líquido incoloro.
¿Qué hacer en caso de dolor testicular? Si el dolor es momentáneo y no existe ningún cambio de color o tamaño, seguir observándolo y mantener la calma. Para reducir la molestia se recomienda, aplicar hielo en la parte afectada o tomar baños de agua caliente en caso de presentarse signos de infamación ligera.
Si acaso el dolor o inflamación persistiera después de una hora, o bien, estuviera acompañado de náuseas, vómito o fiebre, o si el escroto (bolsa que recubre el testículo) estuviera caliente o sensible al tacto, es recomendable visitar a un médico. Esto debe tomarse en cuenta, ya que el dolor testicular puede llevar a la infertilidad si no se trata oportunamente.
Su argumento central es la lucha entre el bien y el mal, con pintaditas de violencia. Este tipo de filmes se caracterizan, además, por contar con elementos como autos de lujo, casinos, dinero, explosiones, armas de fuego y, en algunos casos, mujeres inexplicablemente hermosas.
Probablemente se estarán preguntando “¿Acaso estoy leyendo Desde la Butaca con Erari?” No queridos lectores. Retomé un poco de la magia del cine (sin ánimos de publicitar ninguna cadena de cines) para presentarles un tema que en el último mes ha tenido mi mente ocupada, elemento característico de las riñas presentadas en el séptimo arte: los golpes bajos, aunque considero que sujetar es la palabra más apropiada.

Las preguntas a responder (formuladas por una mujer, por supuesto) son las siguientes: ¿Es letal? ¿Qué efectos ocasiona? ¿Por qué duele tanto?
Los testículos son como cualquier otro órgano del cuerpo humano, son igual de sensibles, la creencia de su “debilidad” corresponde a su ubicación: fuera del cuerpo. Lo que ocasiona que estén más expuestos al contacto o golpes.
Los golpes directos -ya saben, esos que se dan con todo el afán de afectar a aquel que lo recibe- producen un dolor agudo que puede resultar en desmayo. Es importante señalar que tanto la percepción como la reacción al dolor dependerán de cada sujeto.


Si acaso el dolor o inflamación persistiera después de una hora, o bien, estuviera acompañado de náuseas, vómito o fiebre, o si el escroto (bolsa que recubre el testículo) estuviera caliente o sensible al tacto, es recomendable visitar a un médico. Esto debe tomarse en cuenta, ya que el dolor testicular puede llevar a la infertilidad si no se trata oportunamente.