
A veces me pregunto qué existe después del sonido, qué hay detrás de la euforia y de la adrenalina que genera el momento mágico de la música.
Estas cuestiones salieron a relucir uno de esos días de estrés y melancolía, así que hice lo que recomienda Penny Lane –personaje principal de la película Almost Famous- visite a mis amigos en la tienda de discos, supuse que sería lo más conveniente para combatir esos sentimientos de infelicidad.
Ya en la tienda comencé a sumergirme en las rebajas de fin de año: discos clásicos a precios de ganga, también había bazofias y cantantes que ya ni me acordaba que existían.
De entre tantos cd’s y recuerdos, sin darme cuenta llegue a la sección de videos y ante mi sorpresa precisamente me encontré con el dvd de Almost Famous, sin dudarlo de inmediato compre la película, mi estrés y tristeza desaparecieron y corrí de inmediato a verla a mi casa.
Prepare todo para disfrutar esas dos horas extraordinarias: palomitas, refrescos y por supuesto desconecte el teléfono para no ser molestada.
La película avanzaba y justo de la nada una escena que antes me había resultado insignificante hacia que cuestiones como las de saber que hay después del sonido y la magia de la música asaltaran mis pensamientos.
Penny Lane completamente sola en un auditorio al finalizar un concierto de Stillwater, de fondo solo se escucha un lejano eco de la música y ella ve a su alrededor, el espacio es únicamente para Penny Lane.
Comencé a imaginar qué sucederá al término de un concierto en los silencios de los recintos donde momentos antes el ruido es lo único que existe. Supongo que la magia seguirá en el aire, el eco de las voces rebotara en la soledad de la lejana música que se extingue poco a poco y el alma de la emoción descansará para la próxima vez que los gritos y la música se apoderen nuevamente del escenario.
Y es que no me dejaran mentir, cuando vas a un concierto todo lo que has vivido se resume a esos momentos: música, gritos, la euforia del momento lo que sea, lo importante es ser parte de la historia.
Esa historia de haber estado ahí en el momento y lugar preciso, pero cuando la historia se termina y solo el recuerdo de ese instante es lo que queda, el vacío del silencio se hace presente y la vida no vuelve a ser la misma.
Así con esa divagación en mi mente termine de ver la película, el resto de la tarde me la pase tarareando la canción Tiny Dancer de Elton John y descubrí que a veces esos detalles insignificantes son los que le dan el toque fantástico a las situaciones cotidianas.
En conclusión si aún no han visto Almost Famous, se las recomiendo ampliamente, su mundo les cambiará y disfrutarán más cada concierto o festival al que vayan pues podrán darse cuenta que la música es la pasión que mueve la vida y comprobarán que la industria de lo cool aún existe.