domingo, 16 de enero de 2011

Art is everywhere con Mariana Plata!!

¿Arte en publicidad?...

Hoy en día, la publicidad ha tenido que ser más innovadora, creativa y artística, pues la multitud de productos en el mercado ha impulsado la búsqueda de nuevos medios o formas para posicionarlos. Curiosamente, el arte también ha tenido un proceso de renovación, ya que las obras no trascienden de la manera que lo hicieron en los siglos pasados; es difícil ser un artista reconocido ahora. La originalidad ha quedado en la historia, lo de hoy es la creatividad.

En fin, aunque el arte y la publicidad parecen cosas distintas, ambas tienen en común una fuente de inspiración en su obra o creación. Las campañas publicitarias relatan un pequeño pedazo sobre lo que sucede en alguna parte del mundo o expresan los sentimientos sobre los que puede atravesar alguien.

Lo que nosotros vivimos, sentimos o imaginamos, aunque sea irreal, lo podemos experimentar mediante la creatividad publicitaria; de cierta forma se tiene la posibilidad de volver a vivir o tener otra vida a través de un objeto externo a uno mismo, como sucede con el artista y su obra de arte. Bajo estas premisas, ¿será que las campañas publicitarias son arte?

Definitivamente, el arte y el concepto creativo tienen aspectos en común, ambos siguen determinados lineamientos de acuerdo con el género que pertenecen, y buscan comunicar y expresar algo, pese a que su finalidad sea distinta. En el caso de la publicidad, la campaña persigue la venta o afinidad con la marca, mientras que en el arte se pretende expresar más que esperar beneficios de la obra. Sin embargo, la publicidad ha creado conceptos tan buenos al grado de recibir el apelativo de arte.

Muchos comerciales son elaborados por personas muy capaces y reconocidas en el gremio, pero sin lugar a dudas, la publicidad no tiene aspectos esenciales del arte. Para empezar, el artista hace su obra cuando siente la necesidad de expresar algo; un creativo tiene la obligación y tiempo delimitado para entregar su idea, de tal manera, se pierde el valor artístico de transmitir algo sin esperar un beneficio. Además, lo que uno interpreta de una obra es lo más valioso porque es una introspección de lo que hace sentir, mientras que en una campaña publicitaria no hay cabida para una interpretación, pues se busca que los receptores capten una idea en concreto, si no es así, se entiende como fracaso.

Aunque coincido con estas consideraciones, me parece muy apreciable y respetable del creativo y del artista su forma de expresar la vida o algún aspecto de ella, pues ambos transmiten lo que viven, la influencia de las personas que los rodean o un sentimiento que cualquiera de nosotros también pudo haber experimentado y aún no expresado. Definitivamente, a través de ambas tendencias se puede hallar una manera de liberar la experiencia propia.

Las campañas publicitarias y las obras pueden tener aún más similitudes, como el uso de imágenes, historias o diseños, sin embargo, la publicidad no es arte por el simple hecho de que no busca serlo. Toda campaña está basada en una idea hecha por el creativo, quien sólo responde o crea una forma de comunicar el beneficio de un producto o marca; si posteriormente el resultado visual sobrepasa su objetivo y la gente lo llama arte, es asunto aparte.
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