domingo, 15 de noviembre de 2009

A Través del Espejo con Lucía Plascencia!!

¿SER O NO SER: la princesa Leia?

CONTEXTO: NOCHE – INTERIOR – ALCOBA

RACHEL: Cariño, qué me dices de ti, ¿no tienes ninguna clase de fantasía erótica?
ROSS: No.
RACHEL: Vamos, debes tener alguna
ROSSS: No.
RACHEL: Ross, ¿sabes qué?, Si me la cuentas, a lo mejor la hago realidad.
ROSS: Está bien… ¿Has visto alguna vez El Retorno del Jedi?
RACHEL: Sí.
ROSS: ¿Recuerdas la escena con... Jabba el Hutt, un tipo muy gordo? Bueno tenía como prisionera a la princesa Leia.
RACHEL: ¡Ahhh!
ROSS: La princesa Leia llevaba una especie de bikini dorado… que era realmente bueno.
RACHEL: ¿Me estás diciendo que quieres que me vista como la princesa Leia… con un bikini dorado?
ROSS: Sí.

La escena anterior es un claro ejemplo de una fantasía sexual. La escena fue extraída de la serie estadounidense Friends, de la temporada tres, titulado “El de la fantasía de la princesa Leia” (por si no había quedado claro).

El Diccionario define la palabra fantasía como la facultad que tiene el ánimo de reproducir por medio de imágenes las cosas pasadas o lejanas, de representar las ideales en forma sensible o de idealizar las reales.

Sencillamente las fantasías suelen proyectarse de manera positiva para aquel/aquella que la crea; si el contenido de esa fantasía produce una excitación, nos referimos a una fantasía sexual.

De acuerdo con Masters y Johnson, en su libro El vínculo del placer, las fantasías pueden surgir en diferentes contextos: de forma intencional para pasar el rato, para poner un cierto ánimo o chispa sexual en un momento concreto o simplemente de forma espontánea o accidental.

¿Cuántas veces hemos escuchado que los hombres son más perversos que las mujeres, o que las mujeres no saben manejar, o que los hombres son como cavernicolitas…? Este tipo de comentarios que tienen como única finalidad desprestigiar al género opuesto, también se traduce al tema de las fantasías sexuales. Por suerte, me topé con información valiosa que a continuación presento.

Raúl Serrano, colaborador del portal Salud y Medicinas.com.mx, en su artículo Fantasías sexuales, soy lo que quiero ser, menciona que, de acuerdo con estudios, las fantasías sexuales se inician cuando se tiene entre 11 y 13 años de edad, y que empiezan más tempranamente en los varones. Hombres definitivamente ustedes son más despiertitos que las mujeres, se estima que 19% de las mujeres y 54% de los hombres tienen una fantasía sexual al día, por lo menos.

Algunas de las fantasías más recurrentes en ellos son: trío con dos chicas, sexo en exteriores, juegos de rol / disfraces, sexo con una extraña, sexo con la mujer de otro, observar a la propia mujer teniendo sexo con otro, orgía, entre otras… ¿En verdad hombres?

Y para ellas: ser “llevada” por un sexy desconocido, ser una prostituta de lujo, experiencia lésbica, tener un hombre por esclavo, sexo con un hombre más joven, sexo con dos o más hombres, exhibicionismo, voyerismo, sólo por mencionar algunas.

Al llevar a cabo una fantasía sexual, ésta deja de serlo, se vuelve tangible, se transporta a la realidad y abandona la mente… ¿acaso eso importa? Para aquellos a los que esto no les quite el sueño, deben tener en cuenta que antes de realizar una fantasía sexual, tu pareja debe estar de acuerdo. Para un mejor entendimiento, se recomienda explicar claramente la fantasía: en qué consistirá, si es necesario que se aprenda un diálogo (¡yo qué sé!), qué tipo de ropa utilizar, etcétera.

Como lo mencioné en el primer post de este espacio: es importante que pongan a trabajar a su mente (ánimo chicas, elevemos la cifra, cambiemos ese 19% a 50%), pero, sobre todo, aprendan el arte de la persuasión, con ésta ¡Podemos conquistar al mundo mis Pinkys!

Chao bambinos.
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