La semana pasada se estreno en las salas de cine la película Control de Antón Corbijn, después de haber sido exhibida durante la pasada edición del Festival Internacional de Cine de Joy Division era una banda de la corriente musical llamada after punk, que era un poco más experimental que el propio punk, fue formada en 1976 en Salford, Greater Manchester, y a pesar de haber grabado solo dos álbumes en su historia se convirtieron en una referencia musical inmortalizándose por el suicidio de su vocalista.
La banda estaba compuesta inicialmente por Ian Curtis (guitarra y voz), Bernard SumnerPeter Hook (bajo) y Terry Mason (batería). Tras el alejamiento de Terry Mason en mayo de 1977, Tony Tabac lo reemplazó fugazmente hasta junio de 1977 y Steve Brotherdale, también de manera provisional, finalmente Stephen Morris se convirtió en el baterista definitivo, en agosto de 1977. (guitarra y teclado),
Sin embargo fue el 18 de mayo de 1980, justo unos días antes de que la banda iniciara su primera gira por Estados Unidos, cuando ésta vio truncada su carrera ya que Ian Curtis decidió quitarse la vida ahorcándose en la cocina de su casa. Fue en ese momento cuando nació el mito de Ian Curtis, y cuando parecía que eso era todo y que la carrera de Joy Division estaba terminada; Sumner, Hook y Morris formaron New Order, el grupo continuaría el camino de Joy Division, incorporando otros ritmos, ampliando su horizonte de experimentación pero manteniendo siempre su independencia y calidad.
El guión de la película Control se basó en el libro de esposa de Ian, Deborah Curtis, lo que garantiza mayor apego emocional al mítico personaje y los factores que condujeron a su suicidio en el preciso momento en que la banda saltaba a la fama, el título de la cinta se basa en la rola “She Lost Control”, una memorable pieza de Joy Division, y que Ian Curtis escribió después de haber presenciado el ataque epiléptico de una chica a la que entrevistaba para un trabajo.
A pesar de ser una excelente película y de contar con una grandiosa actuación de Sam Riley, vocalista del grupo 10.000 Things, en el papel de Curtis, el mismo Corbijn ha declarado que la cinta no es gran cosa, que únicamente es una historia de amor con gran música de fondo, sin embargo a pesar de este desmitificador comentario de su director, la cinta es un retrato del Ian Curtis común al que le gustaba escuchar a Iggy Pop, él que inició su banda de la forma más simple cuando estaba en un recital de los Sex Pistols y él que por su epilepsia y enredos amorosos decidió terminar con su vida.
Control es una excelente película que seguro le encantara a los amantes de la música no solo por la historia de éste legendario cantante, sino también por el soundtrack, y para aquellos que aún no han tenido la oportunidad de escuchar a la banda será el inicio para que se conviertan en seguidores de ésta y se enamoren de ese encanto que aún a pesar de 28 de fallecido tiene la voz embriagante de Curtis.
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