“Nace en las ingles un calor callado, como un rumor de espuma silencioso”.
Rafael Alberti, poeta y dramaturgo español
Rafael Alberti, poeta y dramaturgo español
La masturbación significa para la mayoría de los hombres un auto-apapacho imprescindible aun si tienen pareja. Sin embargo, si no existen variantes durante ese encuentro con uno mismo puede resultar aburrido. Aquí algunas técnicas para cambiar esas caricias y hacerlas más divertidas y placenteras.
Exprimir la ropa: Este procedimiento, por gracioso que se escuche, permite una estimulación completa en el miembro. ¿Cómo se hace? Con ambas manos se toma el pene y se da vueltas suavemente, movimiento similar al que se realiza al exprimir la ropa.
La seta: su nombre se debe al gran estímulo sobre el glande, parecido al sombrero del hongo. Se coge el pene con una mano y con la otra se hacen movimientos lentos y circulares sobre la cabeza del pene.
La palma manda: Consiste en asir con una mano al pene y traerlo hacia la pelvis y con la otra, deslizar los dedos desde el glande hasta la base, dando así mayores sensaciones placenteras al por mayor.
Los dedos: Esta técnica hace uso únicamente del dedo índice y del pulgar, los cuales forman un tipo de anillo alrededor del pene con movimientos de arriba hacia abajo.
Recuerden: masturbarse es una actividad sana, siempre y cuando no se vuelva una obsesión. Es importante mantener una higiene en las manos y en los genitales para evitar infecciones, usar lubricantes y, sobre todo… ¡Disfrutar!