"Masturbarse es hacerle el amor a la persona que uno más quiere".
Woody Allen, director, guionista, actor, músico y escritor estadounidense
En ediciones anteriores, los temas de Eros han girado en torno de las parejas, en esta ocasión escribo sobre hacer el amor con uno mismo, ¿eso qué significa? Simplemente masturbarse. Se sabe que las parejas en su jugueteo pueden incluir la masturbación mutua, sin embargo, esta práctica suele hacerse en solitario. A menudo es un tema controvertido pues trae consigo temas morales y religiosos, no obstante, es una actividad humana natural.
¿En qué consiste? La persona a través de las caricias en su cuerpo, principalmente los genitales, obtiene placer. Puede valerse de objetos como los dildos o sus dedos o manos.
La masturbación o autoerotismo se remonta incluso antes de nuestra era: se han encontrado pinturas del siglo VI a. C. que lo constatan. Desafortunadamente, también a lo largo de la historia, se ha etiquetado a esta práctica como sucia, inmoral o incluso pecado en algunas religiones, la realidad es que independiente a qué religión se pertenezca, la masturbación resulta hasta benéfica para quien la practica tanto física como mentalmente.
Por ejemplo, una persona que se masturba tiene más probabilidades de alcanzar un orgasmo debido al autoconocimiento que tiene sobre sí mismo: sabe qué tipo de caricias y en dónde las necesita para excitarse. Además, ayuda a perder estrés, mejorar el sueño e incluso prevenir el cáncer de próstata, según estudios recientes.

Este tipo de juego lo practican personas de todas las edades, aunque existe una diferencia entre géneros: los hombres suelen hacerlo más que las mujeres. Pero aquellos que tienen este hábito, lo hacen con cierta vergüenza o culpa, lo que no debería ser así, pues es una práctica en la que se quiere dar placer a sí mismo y, por tanto, no tendría que afectar estas normas, aunque en la mayoría de los países en desarrollo se le considera tema tabú.
Entre los mitos de la masturbación más conocidos están: la esterilidad, la impotencia sexual, el crecimiento de vello en las manos, deformación de los genitales, causa de ceguera y depresión, síntoma de inestabilidad mental o síntomas de homosexualidad; lo único que generan estas ideas es frustración, culpa y vergüenza en quienes la practican.
No obstante, como todo, el autoerotismo debe tener un límite de lo contrario se vuelve patología. ¿Cómo saber si la masturbación se está volviendo una enfermedad? Con una simple autocrítica: ¿masturbarme está interrumpiendo mis labores diarias? Si la respuesta es afirmativa, hay que acudir a un especialista.
¿Y por qué no?
¿Conoces tu cuerpo? ¿sabes en dónde debe acariciar tu pareja para que logre excitarte? ¿te has masturbado? Si no lo has hecho ¿por qué no lo intentas? Recuerda que los genitales son partes delicadas de tu cuerpo y debes procurar la higiene si los tocas con tus manos o con algún juguete. Y para los que sí lo practican, ¿qué recomiendas a aquellos que apenas comienzan? Lo más importante es que compartan sus experiencias.
Para saber más…
Xaviera Hollander, considerada icono de la liberación sexual por sus libros sobre sexo y prostitución, tiene entre sus obras una titulada Los hongos mágicos de Xaviera. También está el texto de Valerie Tasso Diario de una ninfómana, llevado a la pantalla grande con un filme del mismo nombre. Ambas obras, no hablan explícitamente de la masturbación, pero sí abordan algunos aspectos como el placer del autoconocimiento al igual que las patologías que puede llegar a tener la persona que excede en la masturbación.
