El lado humilde del arte...
La basura no solía ser un tema tan discutido, pero ahora que nos empezamos a dar cuenta del daño que le hacemos a nuestro planeta, ya comienza a ser el pan de todos los días. Aproximadamente cada persona produce un kilo de desperdicios, la mayor parte son desechos que no tienen gran propósito y mucho menos beneficio. El arte moderno, en cambio, le ha encontrado un uso poco usual. Estábamos acostumbrados a que el arte se limitaba a lo que un pincel y lienzo nos mostraran, sin embargo, el arte tuvo que cambiar porque no se podía limitar a esos objetos. De la misma manera, la humanidad no puede continuar con la producción desorganizada de desechos.
En ese sentido, han surgido propuestas artísticas y ecológicas como Basurama, también conocido como el festival de la basura donde se busca probar cómo los desperdicios pueden tener otra utilidad como objetos de diseño. También existe el Trash Art, que se define como la acción de descontextualizar objetos cotidianos y exponer una visión distinta sobre ellos; y se le llama así porque estos objetos son materiales reciclados o que son considerados basura.

Sin duda, un material audiovisual que cambia la manera de apreciar la obra por sí, pues se comprende todo lo que sucede detrás de ella; no sólo se observa y aprecia lo que el artista llega a hacer para involucrarse y entregarse por completo a su trabajo, de hecho, hasta el “detrás de cámaras” se vuelve toda una obra de arte, ya que la vida y las mismas personas que recolectan la basura vuelven una belleza el poder ver cómo una obra puede tener un origen tan humilde.
