Whitening…
De un tiempo para acá he percibido que la mercadotecnia insiste en que todos nos enrolemos en la onda whitening. Término del que se apoyan los productos para hacer referencia al blanqueo. Hace 10 años (o más), las personas sólo nos preocupábamos por blanquear lo esencial: joyería de plata, escusados, camisas, pero…

1. tus dientes, con microcristales limpiadores vertidos en dentífricos y enjuagues;
2. el rostro, con cremas que además de humectarlo, aclaran el tono de la piel;
3. las axilas, con desodorantes que además de protegernos contra el mal olor, aclaran y previenen el oscurecimiento de la piel de las axilas gracias a su extracto de perlas preciosas.
Podría continuar enumerando los productos que nos ofrecen las perlas de la virgen y su tecnología para aclarar lo que tenga que ser aclarado de acuerdo con los estándares actuales de belleza; sin embargo, prefiero centrarme en un procedimiento específico: El blanqueamiento anal.
Así es, la cosmetología y superficialidad han llegado bastante lejos, o mejor dicho, profundo. El blanqueamiento anal forma parte del procedimiento para decolorar la pigmentación oscura de la piel alrededor de los genitales con propósitos cosméticos. La vagina, labios mayores, paredes vaginales, la entrepierna y el ano se engloban en el blanqueamiento genital.
Antes de explicar el procedimiento, la pregunta es ¿qué color debe tener el ano? Según mi conocimiento empírico, supongo que el tono varía de acuerdo con el color de piel de cada persona. Ada Dinelli Alarcón, en su trabajo titulado Maquillaje, destina un capítulo al Color de la piel. Según ella, éste está determinado, en gran parte por su herencia y se debe a la presencia de dos tipos de pigmentos: la melanina de la epidermis y la hemoglobina de los glóbulos rojos que circulan por los vasos sanguíneos situados en la dermis. La melanina es la responsable del color moreno de la piel. De allí las diferencias de color de una raza a otra.
El oscurecimiento, también llamado melanosis focal, de las áreas ano-genitales es particularmente frecuente en ciertos tipos de piel, relacionado con características hereditarias, raciales, la cantidad de pigmentos presentes en la piel, influencias hormonales, el sudor, etcétera.

El tratamiento consta de 4 a 10 sesiones, cada quince días; la duración de éste dependerá del tono que el paciente desee alcanzar.