sábado, 19 de junio de 2010

Zona Cero con Ángel Solís!!

Rumbo al Mundial II...

Como he dicho antes, el mundial se espera con ansias cada cuatro años por los fanáticos del futbol, pero existen algunas personas (muy pocas en realidad) que no se apasionan por este deporte. De hecho, algunos creemos que es un tanto aburrido, pues nos parece incomprensible un estadio lleno de personas emocionadas y extasiadas cada vez que su equipo favorito anota un gol. Asimismo, no entendemos cómo algunos fanáticos mezclan el deporte con la religión, hacen oraciones a su Dios para que su equipo sea el vencedor (como si su Dios no tuviera cosas más importantes que hacer).

Pero, para poder criticar algo hay que experimentarlo en carne propia. He de confesar que cuando se trata del mundial es muy difícil no emocionarse ante un encuentro, sobre todo cuando uno de los equipos en pugna representa a nuestro país; ahí estaba hace poco, en medio de la multitud que gritaba, silbaba, maldecía, cantaba, discutía, como si estuviera en el mismísimo estadio, y todavía ni comenzaba el partido.

Al salir el equipo de la selección de mi país (México), la gente comenzó a gritar llena de euforia y a corear los nombres de sus jugadores favoritos, después, vinieron los protocolos y comenzó el encuentro.

No sé que era más divertido, ver el encuentro o ver y escuchar a la multitud. Los espectadores se dividían, ya que unos eran demasiado optimistas con comentarios como: “Esta vez vamos a ganar el mundial”; “en este juego por lo menos vamos a meter 3 goles”… Y, por otro lado, me llamo la atención un tipo, que gritaba entusiasmado, como las demás personas, pero a favor del otro equipo que era la selección de Sudáfrica. El sujeto dentro de su anti nacionalismo hizo comentarios que enfurecían a los circundantes.

Yo veía el partido y comenzaba a contagiarme del entusiasmo de los espectadores, pero no podía ignorar los comentarios de aquel sujeto, para algunos molestos, como: “Verdad que no es lo mismo jugar para ganarse la vida como los africanos que hacer sándwiches”; “Ellos sí juegan por gusto al futbol, no sólo por hacerse famosos y sostener a la mafia del deporte en México”; “Se confían porque en África son pobres, pero cuando juegan contra otros países, ahí sí les entra el complejo de inferioridad”. No sé hasta qué extremo sea real lo que comentaba, pero tampoco se me hacían tan disparatados sus comentarios.

Comentarios de distintas personas denotaban claramente cómo tenemos estereotipados a los Africanos: “Qué chiste, ellos están acostumbrados a correr por la selva descalzos para cazar leones”; “Como son negritos ni sienten el calor”; “Como fueron esclavos tiene más resistencia”. Me pregunto qué pasaría si fuera al revés: “Qué chiste, los mexicanos están acostumbrados al juego de pelota, lo juegan desde la época prehispánica”; “Como están acostumbrados jugar vestidos de charros ahora se les hace más fácil”; “Como están acostumbrados a robar, roban mucho el balón”.

Cuando terminó el partido todo mundo a celebrar el gran acontecimiento: un empate. Todos en las calles celebraban y justificaban el empate como una misericordiosa oportunidad a los negritos, ya que son pobres y los anfitriones del actual Mundial.

En fin, sin duda, el Mundial es un suceso emocionante, pues reúne a los países y contribuye a que olvidemos los problemas de la vida cotidiana, sin embargo, espero que ahora que todo mundo ha centrado su mirada en África, no se olvide que mucha gente allí se muere de hambre y que pueda trascender de un mero suceso mediático a una oportunidad para mejorar el mundo.
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