domingo, 13 de diciembre de 2009

Not All Who Wander Are Lost con Babis Cannabis!!

El graffiti

La contaminación visual es uno de los principales problemas en la capital de México y de muchas grandes ciudades a lo largo y ancho del mundo. El exceso de publicidad, con grandes espectaculares alrededor de nuestras cabezas sumados a los graffiti que podemos encontrar en cualquier pared del inmobiliario urbano, son el dolor de cabeza de muchos.

Qué coraje levantarte un día, salir y encontrarte con que la pared principal o la barda de tu casa están llenas de pintura con nombres ilegibles y la cara de un dibujo toscamente realizado. Pero, ¿qué pasa cuando en tu pared puedes encontrar un verdadero diseño original, que tiene perfectamente representado algún problema social común de la sociedad en la que vives?

El graffiti es una forma de expresión perseguida y muy poca entendida por las personas en las ciudades. Es verdad que existen jóvenes que se dedican únicamente a pintar sus nombres y groserías en algunas paredes sin ningún otro propósito que el de portarse como rebeldes, pero son este tipo de jóvenes los que le dan mala fama a los graffiteros de verdad, a los que realmente buscan expresarse mediante una nueva forma de arte nacida en el seno de una gran ciudad como lo es Nueva York.

El graffiti urbano y contemporáneo nace como una de las 4 expresiones artísticas básicas de la cultura del Hip Hop. Siendo el Hip Hop una cultura creada por latinoamericanos y afroamericanos, fue rápidamente adoptado por los mexicanos que vivían en la frontera con nuestro vecino del norte.

Fue a partir de los paisanos que habitaban las comunidades fronterizas que el arte de graffitear se difundió en las grandes ciudades mexicanas, especialmente en el Distrito Federal. Aunque al principio sólo comenzó como letras y nombres, el graffiti comenzó a tener un gran auge hasta convertirse en la elaborada expresión cultural en la que se ha convertido el día de hoy.

Cuando hablamos de la cultura de los graffiteros, tenemos que aprender a diferenciar un graffiti de un tag, y de una pintura hecha sin ningún sentido. Los denominados “taggeros”, son aquéllos que sólo pintan letras, nombres y mensajes, en algunas ocasiones las letras desarrolladas para pintar son sumamente elaborados, pero no por eso se puede considerar como un graffiti.

Los graffitis son murales hechos con aerosol, que suelen expresar distintas situaciones, opiniones y frustraciones del joven que lo realiza, así como plasmar diversos temas de la cultura popular en la que está sumergido, convirtiendo de esta manera a algunos graffitis en verdaderas obras de arte, ya que se necesita de una gran habilidad para lograr la combinación de colores y el trazo de los dibujos realizados.

Los graffiteros están obligados a dejar su tag, para marcar y hacer saber a otros graffiteros si pertenecen a alguna banda o son artistas independientes.

A pesar de que en algunas ciudades, se han abierto espacios para los jóvenes que disfrutan de crear expresiones culturales con aerosol, el graffiti sigue siendo perseguido por las autoridades y las leyes de la mayoría de los países.

Es difícil no enojarse cuando encuentras la pared de tu casa o negocio rayado, pero me parece que siempre se puede dar un poco de tolerancia, sobre todo si lo que se encuentra plasmado en tu barda es una verdadera obra de arte urbano, que llevó unas cuantas horas de trabajo e inspiración, y siempre es mejor que los jóvenes encuentren espacios para plasmar sus opiniones, a través de actividades saludables y creativas a que se encuentren en actividades ilegales. Esto es meramente un humilde post acerca de la importancia y belleza que puede llegar a alcanzar un graffiti. Soy babis, nos vemos en quince.


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