Música Concreta y John Cage
Música Concreta, un planteamiento composicional, donde el sonido en lugar de ser interpretado se convierte en objeto externo que posee su propia realidad espacio-temporal, su propia presencia, que con John Cage parece borrarse toda frontera entre el arte gráfico y las partituras.

Ese degustar de la música ofrece un placer de distinto orden que implica diversas facultades de nuestra mente. La música literalmente está también en la notación.
No podemos tomar la notación como un mero artificio 'hetero-impuesto' para que la composición pueda prolongar su existencia más allá de su ejecución. La representación gráfica nunca es puro y simple signo para la música.
Gracias a la evolución de la notación o grafía musical, desde el pergamino, o del Liber Usualis medieval de los cantos gregorianos hasta la grafía de la música contemporánea pasando por el registro virtual computarizado de la música, tanto en su aspecto gráfico –casi pictórico- como en su registro digital/sonoro, la música ha crecido tanto en sus complejos aspectos estructurales como en sus posibilidades de establecer diferentes relaciones con las distintas artes: pintura, poesía, arquitectura, etcétera.

John Cage fue uno de los músicos que mejor entendió todo esto, quien extrema la relación -de continuidad- de la música con el ruido y el silencio, realizando una serie de piezas compuestas aleatoriamente a partir de fragmentos operísticos: los restos de una cultura ya imposible.