De la Realidad al Arte
En el mundo del cine se tratan diferentes temas, algunos interesantes, otros no tanto; en ocasiones sorprendentes y llenos de elementos irreales, pseudo reales y hasta reales pero que tienen siempre una explicación común y recurrente: “es una película”.
No es raro salir del cine escuchando personas decir “imagínate que pasará en la vida real” o “¡Qué bueno que es una película!”. Pero muchas veces las cosas más impactantes ocurren en la vida real. Esto es algo que ha ocupado su propio lugar en el cine, y no sólo tiene su propio lugar sino que es inherente a sus inicios. Hablemos de los documentales.
Los documentales son producciones cinematográficas en las que se retrata la realidad desde el punto de vista que el director quiera darle. Utiliza recursos como entrevistas, testimonios y grabaciones reales. La naturaleza del documental está determinada por el tema del mismo, cuando es acerca de algún aspecto de la vida cotidiana se puede dar seguimiento grabando la situación en específico teniendo mucho cuidado de no alterar su estructura natural, no se puede intervenir en lo que se quiere mostrar.

Esta historia empezó junto con la del cine mismo. Cuando Thomas Alva Edison desarrollo un sistema de imágenes en movimiento, los hermanos Lumieré lo mejoraron creando el cinematógrafo y con éste el primer documental: “Trabajadores Saliendo de la Fábrica”, que como su nombre lo indica era una cámara grabando a los trabajadores saliendo de una fábrica.
Con esto ya se fueron creando los tipos de documentales y sus respectivas combinaciones. Hay docudramas, que son documentales en los que los personajes se interpretan a sí mismos, algo así como un toque de ficción a la realidad. Pero a la ficción a veces también le funciona un toque de documental, a este le queda el nombre de falso documental, que es ficción con “entrevistas” o los personajes interactuando con la cámara.

Con esto podemos ver que muchas veces la realidad supera la fantasía y que como todas las artes, la creación empieza desde la realidad. No debemos estar completamente separados de ella para poder disfrutar mejor de lo que no lo es, reconociendo los factores de la vida que muestran la realidad y los factores del cine que nos llevan a lo irreal.