Entre la Imaginación y la Sangre
Según la Real Academia Española (RAE), “terror” se define como un miedo muy intenso el cual aplicado a la literatura o al cine se traduce en “obras que buscan causar miedo o angustia en el espectador o en el lector”. Dicho de ese modo, no es algo que suene muy atractivo ¿verdad? Sin embargo, es uno de los géneros más gustados en lo que a industria cinematográfica respecta.
Yo misma soy un ejemplo de lo anterior, soy la típica espectadora que pasa la mitad de la película tapándose los ojos y luego se atreve a decir que la película “no asusta”. Pero lo cierto es que muchos disfrutamos de la idea de vivir, a través de dos horas de inmersión controlada, una experiencia diferente y llena de emociones que desembocan precisamente en el miedo.
Aquí es donde empieza lo interesante, el miedo. Volviendo a citar a la RAE, el miedo es una perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario. Suena como algo muy sencillo: si te lo imaginas, te da miedo, sólo hay que mostrarte la situación. No obstante, aquí empieza la complicación de todo esto ¿Qué necesitas para sentir miedo?
Cada persona, partiendo tanto de sus experiencias personales como de sus sueños y pensamientos más profundos, genera para sí misma una serie de situaciones y elementos que le pueden parecer menos placenteros que otros. Aquí es dónde sus miedos personales empiezan a formarse y son estimulados de maneras diferentes. Es precisamente por esto que en gustos se rompen géneros y en este caso es de forma literal.
Como casi todos los géneros musicales, literarios, cinematográficos, etcétera, el terror cuenta con varias clasificaciones, pero el día de hoy hablaré de dos subgéneros a los que les tengo especial respeto: el suspenso y el gore.
El suspenso se caracteriza por la falta de información durante el desarrollo de la película, el espectador va descubriendo los hechos a la par que los personajes van dejando pistas estratégicamente colocadas para que cada quien llegue a una conclusión. Bien dicen que la imaginación es muy poderosa. De tal forma, el suspenso te deja una puerta abierta a cualquier cosa que creas que puede pasar, partiendo de historias e imágenes específicas que tú mismo completas según lo que te asustaría más, lo cual consigue un derroche de adrenalina diferente en cada persona.
Por ejemplo ¿Cuántas pistas nos dieron para saber el final de “Sexto Sentido”? y aun así cada quien formuló sus propias teorías acerca de lo que pasaba hasta que nos enteramos de la verdad junto con Malcom Crowe (Bruce Willis) o ¿Quién se esperaba el final de “Mr. Brooks”?. En otras palabras, te dan elementos que estimulan la imaginación de una manera dirigida hacia el mismo lugar, pero cada quien lo condimenta de manera diferente.
El gore, por su parte, tiene un atractivo diferente. No deja mucho a la imaginación, pero puede estremecer al más valiente ya que muestra imágenes muy crudas con abundancia de sangre, fluidos corporales y vísceras saliendo de cuerpos desmembrados y aniquilados de las maneras más grotescas e inhumanas. Esta alternativa del cine de terror surgió en los setenta, cuando las exageraciones estaban muy bien vistas y se colocaban entre los elementos favoritos del público.
En la actualidad estos elementos han cambiado, pero todavía existen obras de cine gore muy bien aceptados en las salas de cine, como lo son las de “Saw” y las de “Hostal”. De igual manera, hay otras que no son completamente gore pero que tienen una clara influencia de éste como en el caso de “Kill Bill”.
Otro aspecto que hay que tocar es que también existen muchas películas que mezclan los diferentes subgéneros del terror y esto enriquece mucho el producto final llegando al gusto -o susto- de más personas, satisfaciendo al más exigente de los espectadores.
El terror en el cine es un tema tan grande cómo sus seguidores, tiene mucho que expresarnos pero requiere hacerlo en dosis pequeñas. Así que por hoy me despido esperando contar con sus visitas en el futuro próximo para seguir transmitiendo ideas acerca del séptimo arte y de sus implicaciones. Si hay algún tema en especial que alguien quiera leer o comentar acerca del cine, siéntanse libres de hacerlo, sólo déjenme un comentario. ¡Nos leemos en quince días!
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