La historia de un adiós

Este 15 de julio el Yankee Stadium, albergó la edición 2008 del Juego de las Estrellas, y no solo fue un juego más, fue el adiós para el lugar que acogió las grandes jugadas de Babe Ruth, y vio coronarse a los Yankees muchas veces como campeones.
Esta temporada es la última del estadio, que será demolido para darle paso a un renovado escenario. Cruzando la calle ya está levantada la estructura de la nueva casa de los Bombarderos del Bronx, que tendrá su partido inaugural en abril del 2009, dejando atrás la nostalgia y los buenos momentos del histórico Yankee Stadium.
El Yankee Stadium de Nueva York, fue construido hace 83 años, el 18 de abril de 1923, y paso a la historia por haber sido la casa que Babe Ruth construyó tras popularizar el jonrón, donde Lou Gehrig defendió la primera base; donde Joe DiMaggio y Mickey Mantle patrullaron el jardín central; donde Yogi Berra aprendió a defender la posición de Bill Dickey; donde Casey Stengel mezclaba su sintaxis; donde Don Larsen lanzó un juego perfecto en la Serie Mundial de 1956; donde Roger Maris disfrutó su cuadrangular número 61 en 1961; donde Reggie Jackson bateó tres cuadrangulares en el desafío final del Clásico Otoñal de 1977; y, donde Derek Jeter acudió a seis Series Mundiales en sus primeros ocho años completos de actuación.
Ahora la nueva casa de los Yankees servirá de alojamiento a 51,800 fanáticos, contará con un financiamiento por parte de los Yanquis y su propietario mayoritario George Steinbrenner de $800 millones, sumado a $220 millones para estacionamiento y otros $210 millones para facilidades alrededor del campo, que serán costeados por distintos sectores de la ciudad.
Y para despedir a este histórico estadio, se decidió que el Juego de las Estrella, también llamado el Clásico de Verano, donde se enfrentan los mejores jugadores de la Liga Nacional y la Liga Americana, se realizara en este lugar para despedir la historia y la magia que envuelve a los fanáticos de béisbol.

Esta cita histórica con el "Clásico de Verano" en el Yankee Stadium atrajo una asistencia récord de 55.632 aficionados que, sin importarles que fuese el Juego de las Estrellas con las entradas más costosas de la historia, con precios entre 150 y 725 dólares, también pasaron a formar parte de la jornada de despedida y homenaje, misma que también fue constituida por un paseo por el Monument Park, abierto a todo el que asista a los partidos de esta última temporada en el Yankee Stadium, para que visiten el espacio dedicado a las glorias del equipo del Bronx; en el Statues on Parade, hubo un desfile de figuras de la Estatua de la Libertad uniformadas como cada uno de los equipos de las Grandes Ligas; en las calles, grandes rótulos que anunciaron que el Juego de las Estrellas seria en casa.
Vitrinas llenas de ropa, recuerdos, vasos, fotos, todo alusivo al partido han copado las distintas avenidas de la Gran Manzana
Y para motivar aún más, el Fan Fest –Festival de los aficionados- que se lleva a cabo en el Jacob Javits Center, terminó de emocionar a todos los visitantes.
Así fue y será por lo que resta de la temporada, como jugadores y aficionados le darán una grata despedida, a ese mítico estadio que ha heredado grandes historias y jugadores, que vio nacer estrellas y despidió a grandes jugadores, que vio derramar lágrimas de derrotas y triunfos. Este es el adiós a un estadio que ya forma parte de la historia.